sábado, 18 de abril de 2015

Primavera.

Conozco, de principio
a fin,
el sabor primaveral,
con esos toques
a dulce brisa marina
que agita mi cabello
cual nota de su risa
haciendo estremecer
todo mi cuerpo,
o cual soplo de viento
que hace bailar a su compás
a todas las hojas pendidas
de un árbol
en pleno otoño,
de esas sonrisas despeinadas,
que bocas ajenas ocupan ahora,
que alborotaban mi interior
haciendo despertar
hasta a la mariposa más dormilona,
esa que siempre pide cinco
minutos más, como yo,
aunque antes solo lo hiciera
para sentir
sus brazos arropándome
unos tic-tac más,
aunque ahora solo lo haga
para que el fantasma
de su ausencia
me acompañe
desde el vacío que dejó
al otro lado del colchón
y en ubicación
el centro de un pecho izquierdo
totalmente arrasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario